reo firmemente, y seguramente no me equivoque mucho, que los políticos que nos representan están cada vez más alejados de las necesidades reales de sus votantes. Viven en otro mundo diferente al nuestro. O quizás sea que miran para otro lado.

Nosotros, la gente de a pie, estamos cada vez más hartos de que estos, con sus buenos sueldos, sus dietas "por servir al pueblo" y un largo etcétera de privilegios se limiten a hacer lo que les viene en gana, y a favor de los intereses de sus partidos y de las grandes empresas, en detrimento al de los ciudadanos en general.

Madrid, tal vez sea un caso aparte, porque de otra forma nos lo tendríamos que mirar todos un poco, ya que nunca entenderé que haya gente que, a pesar de todos los recortes que han hecho hasta ahora, y, seguro que seguirán haciendo, den su voto a sus verdugos. Bueno, aquí, en nuestra Navarra, más concretamente en nuestro Ayuntamiento de Pamplona, el Partido Socialista se ve que está más por la labor de servir a los intereses de la derecha que a los del resto de los ciudadanos. ¡Y luego pasa lo que pasa!

Lo que hace la derecha no nos va a extrañar, ellos van a lo que van y los conocemos. Y no nos sorprende. La pena es que tampoco nos sorprenden ya los socialistas de este ayuntamiento. En realidad, daría lo mismo dar esos votos a la derecha porque en muchas ocasiones solo se limitan a apoyar la política de aquellos. Y con votos seguramente otorgados por votantes que creen dárselo a la izquierda.

Señores políticos, por favor, primero bájense el sueldo, y dejen de vivir a costa de nosotros. Seguramente haya gente mucho más capacitada que vosotros, y que lo harían mucho mejor, y con un sueldo más parejo al de sus convecinos. No se crean dioses. Miren de una santa vez por los intereses de su ciudad, por los de sus conciudadanos, y olvídense de rencores partidistas y demás tonterías.

Sabemos desde que tomó UPN las riendas del Ayuntamiento de nuestra querida Pamplona, que uno de sus objetivos prioritarios era cargarse la red a favor de la infancia que llevaba un montón de años funcionando en los barrios, lo hacían bien, y contaban con una amplia experiencia. Pero había que cargárselo. Y así se hizo. Pero para que esto saliera adelante les faltaban votos, votos que gustosamente les cedieron los socialistas demostrando con ello que a ellos también les molesta toda actividad popular y cultural en la vida de nuestra ciudad y de sus barrios. Si no, no lo entiendo.

Hoy, sin ir mucho más lejos, lo han vuelto a hacer. Hace tiempo que nos vamos dando cuenta de que muchos comercios pequeños están cerrando sus puertas por no poder competir con los grandes centros comerciales impuestos por nuestros políticos. Favoreciendo siempre los intereses de los grandes.

No entraré a valorar aquí quién da mejor servicio y mejor calidad al ciudadano; yo por lo menos lo tengo muy claro. Otros, parece que no. Pero sí que voy a valorar lo que ha vuelto a hacer el Partido Socialista una vez más en nuestro Ayuntamiento (cosa que los políticos creen que es de ellos, así como la ciudad) dando su apoyo una vez más a UPN para sacar sus políticas adelante.

Los vecinos de Azpilagaña, Arrosadía, etcétera, vemos con pena las muchas bajeras que están ahora vacías, y que una vez estuvieron ocupadas por comercios. Comercios que daban vida a nuestros barrios. Ahora, a los cuatro que quedan se les quiere dar la puntilla con el proyecto de construcción de una gran superficie comercial cerca de nuestro barrio. Los vecinos estamos en contra de ello. Pero a los políticos poco les importa lo que pensemos. Vemos que en Europa están apostando por el pequeño comercio en sus ciudades, y aquí, no se sabe por qué, vamos a la contra. Y en este caso con los votos de los socialistas.

Siento verdadera pena. Pena por esto, y por el triste futuro que les depara a nuestros hijos con esta clase de hacer política. Y pena, por mí, porque debido a mi edad me veo dentro de poco tiempo yendo a ese gran centro con el tacataca a por el pan, porque no quedará un solo comercio en nuestras calles.

¡Miren por sus vecinos! Que al final, equivocados o no, hemos sido nosotros los que os hemos puesto ahí. Y gánense, lo que ganan, pero mirando por el bien de todos nosotros. ¡Que ya va siendo hora de que os deis cuenta, de que somos nosotros los que os pagamos!

*El autor es vecino de Azpilagaña