El cuidado, el servicio, la atención... entendidos como un trabajo profesional y de calidad hacia un colectivo de personas no significan sólo unas palabras bonitas, sino que van acompañadas de escucha activa y empatía.Por eso cuando el Ayuntamiento de Pamplona ningunea nuestro trabajo a su antojo está atacando: nuestra dignidad como profesionales, el derecho de nuestr@s usuari@s a recibir una ayuda excelente y respetuosa, a servir de moneda de cambio en sus decisiones políticas sin importar que estamos trabajando no con máquinas sino con personas vulnerables que sufren, que confían en nuestras manos sus inquietudes, su soledad... nos abren su casa, su intimidad...Por todo esto los profesion@les del Trabajo Familiar, con mayúsculas, pedimos al Ayuntamiento de Pamplona:- Respeto para realizar nuestro trabajo con pundonor y constancia.-Prestar atención a nuestras demandas con la mente abierta.-Ser capaz de implicarse con todos los colectivos afectados en la demanda tanto personales como laborales.Finalmente, mantener el EMAD como un servicio municipal al que pueda acceder todo aquel que lo necesite organizándolo de manera eficaz y rentable con profesionales adecuados para ello, teniendo en cuenta unos objetivos y criterios de actuación clarificadores tanto de la plantilla como del grupo de personas al que se va a prestar el servicio: ubicación, horarios, demanda, recursos... pero sin que por ello se deshumanice su esencia.