Estimado sanitario/a: quiero agradecerle su duro trabajo. Ya no salimos a los balcones para aplaudirles. Eso no quiere decir que las hayamos olvidado. Todo lo contrario, valoramos cada día más su labor, entrega y dedicación.Estoy segura de que su labor es estresante y no siempre encuentran la colaboración y reconocimiento que merecen. No quiero que ese sea mi caso. Es por eso que quiero dedicarles unas palabras de ánimo que he encontrado en la Biblia: “Pero, en cuanto a ustedes, sean fuertes y no se desanimen, pues su labor será recompensada”.Es mi más sincero deseo que estas palabras se hagan realidad en usted y en cada uno de sus compañeros. ¡Por favor, no se cansen! Les necesitamos.