Curiosa la penitencia que nuestro presidente Sánchez ha impuesto a los nueve condenados por el proceso (que no procès, si hablamos en lengua española). No hay antecedentes de algo parecido, y ya ha sido catalogado por los medios como un auténtico cachondeo. Nos imaginamos que si nos juzgaran por un crimen que hubiéramos cometido, al indultarnos nos dijeran: te indultamos pero no vuelvas a reincidir, y no mates a nadie durante seis años. Que somos un país diferente, siempre se ha dicho, ¿pero tanto? Están ocurriendo cosas, que cada día somos sorprendidos por una nueva, pero ésta que comentamos tardará en ser superada. Desde mi perspectiva, casi nonagenario, cuesta digerir una noticia así, y reafirma que uno de los síntomas de la vejez es la reacción que esta índole de noticias te produce. Desde la opinión pública se comenta que no son más chulos porque no se entrenan.