Esta carta es para dar las gracias.

Hace ya años que mi hijo Asier comenzó a corretear en el club de su pueblo,Ardoi, y aunque su abuela le llamaba desde muy pequeño arin-arin no nos dimos cuenta hasta entonces de que el atletismo era su pasión.Que sábados, eh, Pepo, Eduardo y Roberto, en Burlada de la

mano de sus primeros entrenadores, Edu y Piti...

Más tarde ya en el Pamplona con Igor e Ignacio se formó su grupo de entrenamiento, Iker, Íñigo, Ander, Laila, Uxue, Nerea y sobre todo Jon que no ha dejado de ayudarle nunca.

Gracias, gracias a todos desde compañeros, directivos, jueces y personal de Larrabide, pero un millón de gracias a su entrenador Francois, que le confiamos un adolescente y nos ha devuelto a un atleta olímpico.