Acabo de regresar de mis vacaciones y, tras pasar horas en la carretera, quiero hacer un llamamiento a las personas que realizan maniobras peligrosas para ellos y para los demás turismos. Por poner un ejemplo, he presenciado adelantamientos con los que he llegado a pasar miedo. Por favor, paciencia y sentido común con un volante entre las manos.