De los cinco dedos de nuestra mano es sin duda el índice el que atesora mayor orden de mando, y según un proverbio francés, es el que indica el camino. Elegir a dedo es lo que se viene dando hoy, por ejemplo en política, sin entrar a valorar el currículum del candidato, que es precisamente lo más importante a la hora de valorarlo.Nos hemos puesto a pensar lo que se exige hoy en nuestras bolsas de trabajo, experiencia, título universitario, que dependerá de la materia exigida, idiomas, etcétera, para ejercer un puesto de más o menos responsabilidad, y sin embargo en política, que es la empresa más importante de un país, y de la que va a depender nuestro futuro, nos fijemos en un carnet, o en si es de izquierda o de derecha, sin entrar a valorar el currículum del candidato, ¿pero esto no es demencial?Hoy los que han organizado este crak mundial, quizás fueron elegidos en su día a dedo, y así nos va, de ahí que habríamos de plantearnos la urgente necesidad, de crear una universidad de la política, y así otorgar un título universitario al que demostrara su capacidad suficiente para obtenerlo, ya que de lo contrario, iremos siempre de culo (con perdón).