Eran “reuniones informales” cacarearon a destiempo los miembros del Consejo de Administración se les preguntase o no. Juntas en las que nadie apuntaba nada, todos firmaban sin mirar y de las que guardáis tan gratos recuerdos. Toda una fiesta debieron de ser sí señor. Una respuesta insulsa y plagiada a una misma pregunta. Podíais haber utilizado otros adjetivos a la hora de referiros a aquellos aquelarres. El castellano es un idioma muy rico en acepciones. Una lástima por vuestra parte, porque de haberos dado cuenta también lo hubierais mancillado.

Informal se puede sustituir por despreocupado e incluso descuidado y apenas nadie se daría cuenta. O quizás sí. Al utilizar los convocados el mismo adjetivo en vuestra respuesta obtuvisteis el efecto contrario. ¡Qué desgobierno! Ahora cualquiera puede interpretar al referirse a ellas que eran negligentes o, mejor aún, irresponsables , y que, dicho sea de paso. también empieza con la misma vocal.

Al asesor financiero. Preparó usted una defensa de usted mismo tan aguada como falsa en contenido. Un caldo tan insulso que ni siquiera se atrevió usted a probar. Contabilidad real o contabilidad para obtener financiación. Una pócima al gusto donde poder elegir según la ocasión lo mereciera. Todo un logro del despropósito y sin aval. Para otra vez debe asesorarse mejor. Circunstancia que sucederá sin duda en breve a tenor de lo bajo que usted dejó el listón.Al gerente y Administración único, o Global Business Development Manager, si así lo prefiere. Dos más dos son cinco, y me llevo tres. Debe ser un nuevo axioma de la moderna matemática. Una inecuación que sin duda explique ese gran agujero negro que desluce ahora en el cielo. ¿Quién decidía que asientos falsos se incluían en la contabilidad ficticia? Y así hasta tres veces preguntó su señoría y usted respondió con evasivas. Pero cometió un desliz al pronunciar alto y claro e inflando el pecho aquel concepto tan avanzado de macroeconomía. Macro que si lo dejaran en sus manos pronto se tornaría en micro más acorde a su formación. Pretendió hacer ver que no sabía ni sumar, estrategia que ya sabíamos desde hace meses que usaría. De hecho fueron sus primeras palabras en la primera reunión. ¿Recuerda? Es cierto, lo suyo es más bien dividir y a ser posible las restas con llevada. Esto último si que mola, ¿verdad?.

A las propietarias de la empresa. Al poner las respuestas al trasluz se verá vuestra falta. Aquella cita fue muy bonita, sin duda, pero no era el momento ni tampoco el lugar. No sabíais nada, no veíais nada, pero algo más que nada recibíais. Ya, ya... igual que muchos dirigentes en este país.

A la directora financiera y al administrador concursal. Sólo me sale una palabra, gracias, aunque este último no podrá decir de nada porque se llevó usted un buen pellizco. ¿No es así?

Desde donde yo estaba los claro oscuros se veían demasiado cercanos. Desde donde yo me hallaba se os vio muy bien el plumero. A ambos lados de mi silla de verdad que olía fatal.

El triller de esta historia pronto varió su argumento hasta convertirse en novela negra. Ahora termina siendo en realidad un western, pues no veo más que cuatreros. Un best seller del que se han vendido más de 22 millones de copias en todo el mundo. 22 millones ... de mentiras. Un hito literario nunca antes visto y del que tomo buena nota.

Vergüenza ajena... fueron las palabras más repetidas al salir los que acudimos a esa reunión de desmemoriados. Rara avis la de esta empresa. Este es un caso insólito en el mundo empresarial... Shh... deja de soñar Félix, me temo que no es un caso aislado. De acuerdo, Non bis in dem, no dos veces por lo mismo.