Los convocados a una comisión parlamentaria de investigación están obligados a decir la verdad; pero M. Rajoy, para enturbiar su comparecencia bufa, en lugar de colaborar a desvelar la verdad a la comisión que investiga el saqueo de fondos reservados que usó el PP para robar y destruir pruebas de la caja B -constituida asimismo con dinero desvalijado al Estado-, utilizando a policías honrados que creían investigar para la Audiencia Nacional, además de soltar incontables "no sé nada", "no me consta", "no recuerdo", "no soy consciente", mintió afirmando con rostro pétreo que "ningún tribunal ha acreditado la existencia de una caja B", sabedor de que existen tres sentencias judiciales que certifican la contabilidad paralela del Partido Popular. M. Rajoy -pura genética pepera- debería pagar por mentir descaradamente, algo habitual en el PP, porque de consentirse se estaría dando mal ejemplo al institucionalizar la mentira.P. S.: ¿cómo puede M. Rajoy escribir memorias si no recuerda nada?