NA (Asociación Navarra de Autismo) nació hace justo diez años, de la mano de cinco familias rotas por el dolor de un diagnóstico, ignorantes sobre la ola que se les venía encima, pero enérgicas en poner un granito de arena para que sus hijos tuvieran las mismas oportunidades que sus iguales. Nada ha sido fácil en estos diez años de desierto. Hemos tenido que tragarnos el duelo, salir llorados de casa, dar a conocer el autismo, llenar Navarra de pictogramas (más de 12.000), lograr que el Parlamento en pleno apruebe financiar la terapia para personas con autismo sin límite de edad, formar y nutrir de nuestro espíritu a profesionales especialistas en autismo que se han enamorado de nuestro proyecto.

Hemos logrado crear una escuela de verano, otra de Semana Santa y otra de Navidad, y las tres con intervención terapéutica individualizada. Con sede tanto en Pamplona como en Tudela, más de cien niños, niñas y jóvenes con autismo acuden cada año a estas escuelas, cuyas familias reciben una ayuda desde el departamento de Educación para poder costearla. Esta escuela ha sido y es un late motiv para ANA y hemos ayudado a impulsar el proyecto en otras muchas comunidades españolas. Además, hemos trabajado duro por conseguir el reconocimiento de las instituciones y alcanzar el respeto de la sociedad. Esta mochila es muy pesada y solo se entiende tanto esfuerzo si se tiene el autismo en casa.

Pero echando la vista atrás, estamos agradecidas por el trabajo de los que nos precedieron, por la involucración de los voluntarios y profesionales, por los colegios que sensibilizan y por las instituciones y entidades que nos escuchan y se preocupan por ayudarnos con nuestro propósito de vida: sembrar un granito de arena para dejar a nuestros hijos e hijas un mundo especial y distinto: un mundo mejor.

Y así ANA ha llegado a su primera década de vida, que coincide con el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo 2022, que se celebra el 2 de abril, y en el que el lema elegido por Autismo Europa, y al que nos sumamos, Un feliz viaje por la vida, pone el foco en el derecho de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) y sus familias a disfrutar de una vida feliz. Para ello las personas con autismo, especialmente aquellas con más necesidades de apoyo, necesitan acceder a una serie de servicios individualizados, específicos y especializados que deben ir adaptándose en función de la etapa del desarrollo en la que se encuentren, así como de las experiencias que hayan ido adquiriendo a lo largo de la vida.

Justo para hacer frente a esas etapas del desarrollo y para acompañar tanto a la persona con autismo como a su familia, ANA ha promovido la creación de la Fundación Alegría, porque el viaje es muy largo, y viajar de la mano de profesionales y otras familias hace que ese viaje sea más sencillo o, al menos, más acompañado. Fundación Alegría centra su trabajo en tres grandes bloques; educación, empleo y vida independiente. En Fundación Alegría creemos en un futuro donde es posible la plena inclusión de las personas con autismo y el acompañamiento integral a las familias a lo largo del ciclo vital. Un futuro donde esta afirmación pase de lo ideal a la realidad, donde se garanticen los derechos de las personas con autismo y se disponga de los recursos y apoyos necesarios para hacerlo posible.

El autismo impacta con mucha dureza en la vida de las familias, por lo que necesitamos el cariño y empatía de la sociedad para nutrir nuestro cuerpo de fuerzas que nos ayuden a seguir adelante. Este sábado 2 de abril, en la Plaza del Castillo de Pamplona y en el Día Mundial de Concienciación del autismo, reuniremos a más de 150 joteros para visibilizar con su voz el autismo. Allí os esperamos a todos para compartir este camino y dejar que nos apoyemos en vuestro hombro, muchas gracias de corazón.

La autora es presidenta de ANA y del Patronato de la Fundación Alegría