¡Virgencita, virgencita, San Fermín y San Francisco: que nos quedemos como estamos!Aprendamos de la historia... Carlos, el príncipe de Viana, escribió: “Utrimque roditur” (por todas partes nos roen). El príncipe nos avisó. A Navarra le fueron royendo y aún hoy siguen intentando el corroer.Con la formación de las autonomías, a punto estuvo de que nos dieran el mordisco definito..., llegaron incluso a colgar, como un hecho consumado, nuestro escudo con las cadenas en un cuartel, como parte de otro escudo.Hubiéramos perdido nuestro gobierno, autonomía y personalidad. La historia hubiera contado, del viejo reino, que derivó en provincia de otra sociedad.La historia nos muestra la deriva del reino de Navarra en autonomía de España.Ahora, hoy, el roedor es un proyecto, indudablemente interesado, que nos promete ser parte de una ilusa y codiciosa idea de la creación de un nuevo ente político del que formaríamos parte.Perderíamos la autonomía y seríamos gobernados por otros. Sería el definitivo bocado que daría fin a la trayectoria del viejo reino... reino del que se dijo que asombraría al mundo... Quizá ese asombro sería hoy si se hiciera realidad ese suicidio político.Navarra como ente diferenciado dejaría de existir y pasaríamos a la historia como la leyenda de algo que fue...Triste.