Creo que es la edad, con sus experiencias vitales, la que nos va haciendo crecer en capacidad de análisis y discernimiento. De esta forma, sin perder las raíces y las convicciones esenciales que cada uno tenemos, podemos saber en cada momento con qué opinión, idea o propuesta nos quedamos sin ser un obcecado con las ideas sólo de mi grupo. Por cierto, cada vez soy menos de “mi grupo”. La nueva realidad social nos lleva más a la comunidad y a la diversidad que “sólo a los míos”. Por ello, tras este preámbulo, tengo que decir que, en este tema, comparto la visión del alcalde sobre las terrazas en el Labrit.

En mi opinión, tanto el Labrit como los aledaños debieran ser, en estas fiestas de San Fermín, lugares de día que prolonguen el ambiente de la Plaza del Castillo y la Estafeta. Máxime cuando el festival del Labrit y las corridas de toros generan un ambiente estupendo para el vermú y el tardeo.

Es más, ahora viene la crítica al alcalde, hay que potenciar unas fiestas netamente populares con cabida para toda la diversidad pamplonesa en las que se fomenten los grupos musicales y folclóricos de esta tierra.

También es necesario buscar, con acuerdos y sin imposición, espacios para la juventud y el movimiento popular. Hay que recuperar con todas las entidades, colectivos, peñas y ciudadanía los sanfermines más autóctonos posibles y sumar la excelente iniciativa de Mila kolore.

No es necesario traer a nadie de primer nivel porque el primer nivel lo tenemos en casa con tantos colectivos, entidades, grupos, hostelería y federaciones de toda índole que llevan tiempo promoviendo nuestro folclore y nuestra cultura enriquecida con la de nuestra vecindad que llegada de otras partes ya son tan PTVs como cualquiera. Nuestras fiestas de San Fermín son admiradas en el mundo entero por su genuina esencia popular.

Ya lo dice la jota ofrenda a San Fermín de nuestro inolvidable Joaquín Madurga: “San Fermín en tu pañuelo se anudan gentes del mundo entero”.

Para organizar las fiestas de San Fermín no hacen falta especialistas ni jugosos cheques, sino trabajo en auzolan y mucha comunidad tejiendo redes de cooperación.

Gora San Fermín!