Mi queridísima madre tiene 83 años, total autonomía física y una agudeza mental que para sí la quisiera más de un político Ella vive en el Ensanche y el otro día tipi tapa, tipi tapa, se acercó hasta la tómbola para "comprar unos boleticos".

Al salir, y como ya hacía bastante rato que estaba fuera de casa, tuvo que hacer uso de los urinarios públicos del paseo de Sarasate y subió de ellos asombrada de su dejadez. Me contaba al día siguiente que limpios estaban, la persona contratada gestiona eso muy bien, pero viejos y dejados... Con su humor, me llegó a decir "están más viejos que yo, que ya es decir". Desconchones, suciedad añeja, de la que no sale al limpiar porque ya forma parte del suelo, grifos estropeados... Vamos, para tirar y reconstruir enteritos como hicieron con los de la plaza de la Cruz, reformados hace no muchos años.

Y ahí viene la segunda parte ¿Era necesario gastar ese dinero en una gran bandera, que por cierto es paupérrima, un quiero y no puedo? Opino que las banderas, todas ellas, han de estar en los centros oficiales o en la propiedad privada de cada uno si así lo quiere, pero ese gasto, junto con otros sumandos que seguro cuelgan de aquí y allá, ¿no se podía haber empleado por ejemplo en adecentar unos servicios públicos tan céntricos y tan visitados como son estos nombrados?

Señor Maya, creo que hay mejores opciones donde invertir el dinero municipal, se me ocurren varias. Y si no sabe dónde hacerlo, consúlteme, nos sentamos y le voy dando ideas.

Amatxo, como te prometí, escrita queda tu queja, que conste en acta.