No me puedo quitar de la cabeza el recuerdo del Loco de la colina, que nos dejó hace unos días para ir él sabe dónde, en su imaginario personal, pero creo que como todos ira a donde van los muertos geniales, a ese punto infinito donde se reúnen los artistas como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Picasso, Neruda y Lorca, por citar unos pocos. Periodista sensible como pocos, que hacía reír y llorar a sus entrevistados, arrancando con su silencio todo tipo de confidencias, porque sobre todo se hacía amar, por unos y por otras, con miradas cómplices, exabruptos del silencio y detalles de compresión acompañados de cante profundo, músicas, palabras tiernas y versos. Jesús Quintero, El loco de la colina. Andaluz de pro, de Ubrique, Cádiz, con la gracia bendita de su tierra y la brisa del mar en la palabra.