Pedacito de Japón

Cuando viajas y sales de casa es inevitable recordar tus paseos y calles y tratas de encontrar parecidos, a pesar de que la búsqueda sea complicada. Al pasear por el barrio tokiota de Ryogoku, te sorprende ver cómo adaptan los adoquines de las aceras al crecimiento de las raíces y el tronco de los árboles, creando macetas de diferentes tamaños y simetrías. Imposible encontrar parecidos. Por el barrio de Chiyoda, los edificios conviven con la frondosa vegetación y han creado calles en las que los árboles son los protagonistas. Difícil encontrar similitudes. En el barrio de Ginza encuentras árboles en la segunda planta de un edificio. Qué difícil es encontrar parecidos cuando en tu ciudad la alcaldesa y exalcalde, junto con su equipo de urbanismo, quieren talar 46 árboles para construir un parking impopular e innecesario. No hace falta irse tan lejos para observar las diferencias. Como tampoco hará falta ir muy lejos para recordar que siempre tendremos cerca un pedacito de Japón, Yamaguchi, pero en Japón no van a tener un pedacito de Pamplona. Porque allí los árboles crecen, se respetan y se integran en la ciudad.