La política española contemporánea es un circo comparable a “la corte de los milagros” de Valle-Inclán. No es entendible que políticos de partidos que aparentemente se reivindican en la tradición republicana, como el PSOE y Sumar, a la hora de los hechos, se conviertan en los mejores defensores de la monarquía actualmente vigente, en los pilares que garantizan su continuidad. Con su asistencia al acto institucional de la jura de la Constitución española de 1978 por Leonor de Borbón, los líderes de PSOE y de Sumar han contribuido a tratar de legitimar, desde la izquierda y ante la sociedad, el lavado de imagen de la corrupta monarquía liberal, de la monarquía centralista que en 2017 apoyó la vía represiva como respuesta gubernamental al conflicto catalán, de la monarquía ilegítima de los herederos de Franco, de la monarquía de los crímenes de Montejurra 76, del 23-F y de los GAL...

Sin embargo, por mucho que insistan en contarnos un cuento de hadas y princesas, somos cada vez más los ciudadanos y las ciudadanas que no aceptamos la narrativa de los medios de comunicación del gran capital, que cuestionamos esta monarquía y esta Constitución.

Los y las carlistas, los y las militantes del Partido Carlista, nos encontramos entre quienes rechazan como un fraude todo este espectáculo bochornoso y queremos proponer que los gastos de esta farsa sean pagados con la fortuna que amasó Juan Carlos de Borbón, no con los impuestos del pueblo trabajador. Más inversión pública en Sanidad, Educación y Servicios Sociales, y menos circo.

*El autor es secretario general federal del Partido Carlista