¿Alguna vez has tenido a un señor en la cabeza que te dice: no eres capaz? ¿Cuántas veces has pensado en abandonar un reto? ¿Y finalmente en no levantarte de la cama?

Los problemas surgen cuando haces lo que debes hacer con un resultado adverso. Pero ten en cuenta que si te levantas siempre vas a tener más posibilidades de lograr algo que realmente necesites. Tus opciones se multiplican a pesar de ese cabrón que te machaca la cabeza para que firmes la rendición. La persuasión y el convencimiento solo surgen si tú así lo decides. Aunque formar parte un círculo emocional que te comprenda y que te aliente siempre te favorecerá. Por ejemplo, si a tu pareja se le cae un vaso, lo rompe sacando el lavavajillas y se pone a llorar, no es obviamente porque se le haya caído el vaso sino porque está inmersa en una depresión.

¿Cómo sabes que no estás loco? Porque sigues adelante con unos objetivos realistas. Y porque eres una persona clarividente. Intuyes por dónde van a ir las cosas porque te basas en tu experiencia vital. Y finalmente porque sabes que por mucho que consigas algo siempre te faltará otra cosa. Si tienes trabajo te quejas porque no tienes pareja, si tienes pareja porque no tienes dinero y si lo tienes todo porque te das cuenta de que nunca lograrás estar del todo satisfecho contigo mismo. Así funciona nuestra mente. Normaliza el pasado porque nunca podrás hacer nada para cambiarlo. Sigue adelante pero ten en cuenta que el cable entre lo que deseas y lo que haces están rotos, y que la incertidumbre forma parte del 50% de todo lo que decidas hacer.

Y por último, nadie tiene mil problemas. Enfócate en los dos o tres problemas a los que sí puedes hacer frente. Después de haber leído la autobiografía de James Rhodes, los dos libros de Ángel Martín y Lo difícil es perdonarse a uno mismo de Iñaki Rekarte etc., creo que leer y audio leer merecen la pena.