En esta sociedad tan materialista, egocentrista y capitalista en la que vivimos, parece que lo humano queda relegado a un segundo plano pero se nos olvida una cosa muy importante, somos seres humanos. Como la palabra indica, somos seres que sienten y viven pero, sobre todo, somos humanos. Algo que nos distingue del resto de seres es que pensamos pero, sobre todo, sentimos. Todos los años se entrega el premio Txondorra/Carbón Vegetal, otorgado a quienes salvaguardan nuestra cultura tradicional popular (o patrimonio inmaterial, como hoy en día lo llaman). 

Este tipo de premios, tan sociales, tan cercanos, premian, sobre todo, a personas. Pero nada de esto sería posible si detrás no hubiera una de las más grandes: Xabier Martinez Álava. De hecho, si no estuviera detrás de este galardón, estoy segura de que alguna vez se lo darían a él. 

Este año ha dejado la presidencia de la Asociación de Amigos de Olentzero sin meter ruido en su partida, pero hay tanto que agradecerle que no quería dejar pasar la oportunidad de reconocerle todo lo que ha hecho por la asociación, por los integrantes y por la sociedad. Muchas gracias, Xabier por tu labor incansable de demostrar que ante todo está la humanidad y la humildad, dos valores que los llevas grabados a fuego y por los que, además de muchos otros que tienes, no puedo hacer más que admirarte al igual que lo hacemos otras muchas personas. 

A personas así, como es de imaginar, se le acercan otras con intenciones no tan buenas (véase afán de protagonismo, de robarle lo que él ha conseguido, etcétera), y lo que más admiro de él es que no le importa lo que tenga alrededor, lo que le importa es seguir adelante.

Eskerrik asko por estos años, estas enseñanzas y tu presencia. Te estaré siempre agradecida.