La ilusión del momento, de ese halo gélido de una noche invernal, vida eterna en un suspiro del tiempo, tiempo perdido en un corazón marchito, rosa roja que con sus espinas atraviesa mi corazón, el corazón, mi corazón, ese despertar en un abrazo. Sombra yaciente de un pozo de deseos, oscuridad en una mirada que se abre paso hacia un día soleado, sol radiante en un beso prohibido, en un beso destinado, en un horizonte desesperado por volverte a ver, de encontrar un sueño, sueño estrellado en una fusión de almas, almas nacida desde una misma flor, una misma canción y un mismo lugar en el tiempo. 

El tiempo, tiempo apasionado, tiempo fugaz y tiempo que se resquebraja en un enjambre de abejas, miel de tus labios, de los míos, del tiempo y del fuego nacido desde un átomo del universo, del infinito material e inmaterial del cosmos, revoloteo de mariposas en una playa de un atardecer de una noche de verano y un eterno encuentro.