La cifra que encabeza estas líneas no es el número de autobús ni el del portal de un edificio y tampoco el número del cartón que te falta para hacer un bingo, es el número del artículo de la Constitución española que, al parecer, según las encuestas del CIS, es la primera preocupación de la ciudadanía por delante de la vivienda, la sanidad o el paro.

Así pues después de sesudos estudios y haciendo caso a las encuestas del CIS, hace poco el PSOE y el PP han llegado a un acuerdo para modificar el Artículo 49 de la Constitución española porque al parecer el término disminuido queda feo y hay que cambiarlo por el término persona con discapacidad, esta modificación fue aprobada por todas la formaciones políticas excepto Vox.

Según parece, al eliminar el término en cuestión, a las personas con discapacidad se nos han solucionado todos nuestros problemas.

Aquí en Tudela donde yo vivo ya se nota la modificación de dicho artículo, ya no hay barreras arquitectónicas (bordillos rebajados, pavimento liso para no dar botes con la silla de ruedas, semáforos acústicos para poder pasar sin peligro, etcétera). En la administración y en las empresas privadas se cumple a rajatabla la legislación en materia de contratación de personas con discapacidad y estas ya no tienen que ir a un Centro Especial de Empleo. Las calles del Casco Viejo y otras zonas ya no resbalan cuando están mojadas y en el transporte público podemos acceder porque tenemos a ras el acceso a los vehículos, las personas ciegas saben dónde parar porque la megafonía les anuncia la parada al igual que a las personas sordas una pantalla les indica la próxima parada, en definitiva, que ya vivimos en la arcadia feliz.

Las palabras no ofenden, el tono como se dicen o el modo como se escriben sí.

*Persona con discapacidad, no diverso funcional