Hace cuatro años, en 2020, nos reunimos la comisión de Montes del Ayto. de Altsasu con el jefe de Negociado de Restauración forestal de Nafarroa, Iñigo Villanueva Ceberio, y los guardas forestales destinados en Sakana.

En dicha reunión se nos explicó cómo en 2015 habían alertado al Ayuntamiento del problema que existía en Baso-itxi con el roble americano, ya que la gran mayoría estaban enfermos y había que actuar para evitar las constantes caídas de dichos árboles, con el consiguiente peligro para todas las personas que frecuentan la zona.

La actuación que los técnicos recomendaban tanto en 2015 como en 2020, era la “corta final o matarrasa”, estando todo el mundo de acuerdo en la erradicación del roble americano y sustitución por especies autóctonas, a excepción de los rodales en los que su erradicación era complicada para su extracción.

Han pasado dos años desde dicha tala, y ahora nos encontramos con el problema de que la gran densidad de la planta nueva de roble americano impide la regeneración de la planta autóctona debido a su más lento crecimiento.

La única actuación que se ha realizado hasta ahora ha sido una plantación de especies autóctonas a modo de pantalla, alrededor de algunas zonas taladas para no dejar ver el crecimiento acelerado de la planta de roble americano. Sí, lo han leído bien: esconder el crecimiento del roble americano hasta que vuelva a crecer y otra vez suponga un problema.

La clave de todo este problema, según apuntan desde el grupo de alcaldía, parece estar en el coste económico que supondría la reforestación. ¿Pero los y las altsasuarras saben que el Ayuntamiento solo invierte el 20% (el mínimo legal) de los ingresos obtenidos de los trabajos forestales? Además, gran parte de esos beneficios han sido dedicados al asfaltado de pistas parcelarias en lugar de reinvertir en la mejoración de la situación del monte. 

En definitiva, nos dicen que es inviable la recuperación del bosque autóctono. Si así fuera, no se entienden entonces las razones de realizar la tala a matarrasa y no actuar por tramos ordenadamente sin causar perjuicio a la población. ¿De qué problemas económicos estamos hablando? El problema está claro cual es: dejadez e inacción.

Son muchas preguntas y ninguna solución. Todo un despropósito, algo que sino se acomete rápido volveremos a donde empezó. El día de la marmota. 

*Concejal de EHBildu de Alsasua