En medio de la incertidumbre económica, siete valiosos miembros del equipo de Furgok han sido despedidos, dejando tras de sí no sólo puestos de trabajo, sino también historias de dedicación y compromiso.

Su repentino despido no solo afecta a sus vidas, sino que también plantea alguna que otra pregunta.

¿Cómo puede haber 7 despidos cuando se ha tratado de imponer las horas extras como norma?

¿Cómo se pueden imponer turnos de 10 horas con la excusa de la post-venta cuando la realidad es que se utilizaba esta ampliación de la jornada para la mera producción? ¿Cómo puede haber 7 despidos cuando la empresa está dando beneficios y crece de manera exponencial?

Este no es solo un despido, es un despido injusto. Estos 7 casos revelan un patrón preocupante de injusticia en el ámbito laboral. Acoso laboral, amenazas a la hora de tratar de imponer horas extras, cambios de horarios, etcétera. Gente que ha dado todo por la empresa durante 4 años y que, viendo las injusticias cometidas en su ámbito laboral, han realizado acción sindical para luchar por sus derechos siendo tras esto despedidos, en definitiva, despedidos por luchar pacíficamente por lo que les corresponde como trabajadores. Un dato curioso es que los 7 despedidos son el 25%de la plantilla y equivale al 30% de la cadena de montaje. Cuatro de ellos formaban parte de la carpintería, dejando vacía la zona de montaje y fabricación de muebles.

Queremos hacer un llamamiento a la reflexión sobre la importancia de mantener unos estándares éticos en el mundo laboral y apostar por un ambiente sano y equitativo para todos.

En resumidas cuentas, construir un futuro laboral donde la justicia prevalezca sobre la adversidad.