En España se empezó a abordar la pobreza energética más tarde que otros países. Se hizo a raíz de la crisis económica de 2008. Las medidas aplicadas han sido principalmente las que se conocen como “medidas de renta”. Un ejemplo es el bono social eléctrico y térmico.

Estas medidas están pensadas para proporcionar alivio financiero a las familias con falta de recursos. Son intervenciones necesarias pero insuficientes porque son de carácter paliativo. Sirven para abordar la situación de urgencia en el corto plazo. Deben realizarse esfuerzos adicionales para fomentar la rehabilitación de viviendas en alquiler, pues suelen dar techo a las familias más vulnerables.

Y sobre todo necesitamos políticas que favorezcan una igualdad de oportunidades real y un tipo de educación y unas relaciones que hagan posible el ascenso social.