El refrán “Las cosas de palacio van despacio” me ha parecido siempre deplorable por lo que pretende explicar, una triste anomalía de la labor de las instituciones. Confieso, a mis 76 años, creo que el corporativo de mayor edad del noroeste de Navarra (no es mérito, más bien accidente) que nunca he entendido la razón de retrasos injustificables.
Unos ejemplos. Octubre de 2022, pronto dos años. El Ayuntamiento de Baztan firma un convenio con Nasuvinsa para la adquisición y acondicionamiento de un inmueble con diez viviendas en Irurita para destinarlas a alquiler social. A día de hoy, seguimos a la espera.
Otro. Agosto de 2022, van 24 meses. El Departamento de Cohesión Territorial aprueba la construcción de un nuevo puente en Elizondo desde el barrio de Nuevo Baztan a la actual carretera NA-8307. Ese puente, sobre el que mi amigo Francisco siempre me pregunta y no se qué contestarle, se debía haber construido junto con la variante de Arraioz-Elizondo-Elbete de la carretera N-121-B en 2012, pero no se hizo. ¡Y han pasado doce años!
Otro más. En marzo, hace seis meses, quedó desierta la licitación para construir en Oronoz el Instituto de Formación Profesional de Baztan-Bidasoa. Al quedar desierto, alguien de Educación dijo que se reorientaría el proyecto “lo antes posible”. El proyecto data de 2020, entonces se dijo que las obras comenzarían en 2022 y que el nuevo instituto se inauguraría en el curso 2023-2024. Vamos camino del último trimestre de 2024. ¡Cuatro años!
Y otro. Hace unos días, en el Ayuntamiento de Baztan hemos aprobado el trazado, espero que definitivo, del Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS) del antiguo Ferrocarril del Bidasoa para completar la Vía Verde, el tramo de Doneztebe/Santesteban a Elizondo en concreto. El 31 de diciembre de 1993 se fundó el Consorcio Turístico de Bertiz y la Vía Verde era su primer objetivo. ¡Han pasado 30 años!
Son inaceptables estos retrasos, que cuestionan la eficacia de las instituciones, llaman de forma negativa la atención de los ciudadanos y desesperan a pueblos y municipios que necesitan esos proyectos.
Así pues, me pregunto: ¿Cuánto tiempo es “lo antes posible”? En la actualidad, es posible que Navarra pueda esperar, pero desde luego y por motivos socioeconómicos muy delicados, el Valle de Baztan no puede.
*El autor es concejal de Baztan por Geroa Bai