Tener amigos ayuda a los niños a desarrollarse. Entre amigos los niños crecen en las normas del contacto social, la comunicación, la cooperación y aprenden a solucionar problemas. Las ventajas de hacer amigos con facilidad son enormes. Cuando los pequeños tienen amigos se sienten más felices, integrados en la sociedad y a gusto consigo mismos. Por medio de la amistad, amplía su universo y aprende mucho tanto de sí mismo como de los demás.

Para los niños, las primeras amistades son un lugar para aprender a salir de sí mismos, a tener en cuenta a los otros. Nuestra idea de la amistad quizá no coincida ahora del todo con la suya, pero es el principio del camino.

En su grupo de amigos, se crea una mini sociedad en la que practicar para cuando se integren en grupos sociales más amplios: hay cabecillas, seguidores, conflictos que resolver, apoyo mutuo, tareas compartidas, etc. Es un microcosmos social.

Hay una estrecha relación entre el modo de ser de los padres y su modo de ser amigos y la forma que prefiere el hijo. Por eso, una vez más, no debemos olvidar que somos modelos para ellos.