Recientemente, se han concedido las Medallas al Mérito Deportivo de Navarra, correspondientes al año 2024. Un logro importante al deporte femenino ha sido que la medalla de oro haya sido concedida a una mujer -¡mi más sincera enhorabuena, Carmen!-.
Este año se han concedido 25 medallas de plata al mérito deportivo, con una distribución de 21 medallas a hombres y 4 a mujeres. En los últimos 8 años (2017-2024), se han entregado un total de 195 medallas de plata, de las cuales 164 han sido para hombres (84,1%) y 31 a mujeres (15,9%).
Desde los poderes públicos, se defiende la visibilización de la mujer en todos los ámbitos (social, cultural, laboral, deportivo...), pero cuando hay oportunidad de demostrarlo, a pesar de los avances en la promoción de la igualdad, los datos nos demuestran que seguimos muy por debajo de los criterios de paridad que se deben alcanzar. Se alegan criterios temporales (haber efectuado una labor de servicio extraordinario durante más de 25 años), con lo cual, pocas mujeres logran cumplir ese requisito. Podrían entregar premios a las madres y parejas de los deportistas. Sin su esfuerzo y sacrificio, seguro que la mayoría de los deportistas (de género masculino) no habrían podido conseguir sus éxitos.
Planteada queja ante el Defensor del Pueblo el año pasado por esta poco equitativa distribución de las medallas de plata, se me contestó desde el Departamento de Cultura, Deporte y Turismo y desde el Departamento de Presidencia e Igualdad que se comprometían a adoptar medidas tendentes a solucionar la cuestión planteada en la queja, pero a la vista de los resultados de este año, compruebo que se ha quedado todo en una mera declaración de intenciones.