Solamente me queda decirles, como familiar de represaliado por el fascismo, que no hablen en mi nombre, ni de ningún familiar, que no manchen la memoria de Maravillas Lamberto, ni de ningún asesinado, asesinada, violado, violada, ultrajado, ultrajada, raptado, raptada, encarcelado, encarcelada, etcétera. Por favor, no sigan humillándonos más.
Han medido mal, les garantizo que lo único que han conseguido bajándose los pantalones es que mucha gente, entre ellos yo, busque otro referente y a ser posible se forme otro partido político que les quite su espacio político.
En eso estamos y más temprano que tarde competiremos contra ustedes, con las ideas de siempre.