Polémica con solución. No es difícil solucionar este tema. La problemática viene de las plazas de carga y descarga, que si los árboles, que si invaden la acera (lugar de los peatones). El problema es general. Las furgonetas de reparto y las que utilizan mayormente las plazas que desarrollan la polémica de la calle Abejeras lo hacen en toda la ciudad y en las poblaciones de la comarca. Las furgonetas de hace años eran de tamaño city, poco más que un coche. Pero las furgonetas actualmente utilizadas son enormes, albergan espacio mayor de aquello que tiene que repartir. Cuando el reparto de paquetería se inicia la camioneta era pequeña, se repartía la mercancía y se retornaba al almacén para recargar y proseguir con el reparto. Hoy en día, las furgonetas son almacenes andantes, no caben ni circulando por la ciudad, ¿cómo van a caber aparcadas? Allí donde aparcan, o invade la acera o la calzada. Se está llevando a cabo una muy buena campaña para impedir que la poblaciones se vean invadidas por las furgonetas vivienda. Ahí está la solución de la calle Abejeras y de muchas otras calles de diferentes poblaciones.

Los ayuntamientos son los que, a través de las pertinentes policías municipales, tienen que limitar la circulación y los aparcamientos de estos vehículos que dejan de ser furgonetas de reparto para convertirse en vehículos que estorban en el interior de las ciudades, igual que tampoco circulan camiones por el interior de la ciudad.