En el año 2020 sufrimos como sociedad una situación extrema, la pandemia por la covid-19. Una situación vivida en la que toda la población nos dimos cuenta de la importancia de tener unos servicios públicos de calidad. Servicios a los que se sometieron a una tensión que pudimos superar gracias a la profesionalidad de las y los trabajadores y la colaboración de toda la ciudadanía. Esta situación dejó en evidencia que teníamos muchas fortalezas y algunas costuras para remendar sobre todo en ámbitos como el sanitario y sociosanitario. Entonces el conjunto de la sociedad y las diferentes administraciones tenían claro que había que mejorar aquellos aspectos donde teníamos debilidad y se iba a trabajar para corregir estas deficiencias.
5 años después, qué nos encontramos y qué hemos hecho para mejorar la situación, o mejor dicho, qué ha hecho el Gobierno de Navarra para paliar las deficiencias que quedaron más expuestas en esa situación que vivimos.
Pues la verdad es que en mi humilde opinión, con respecto a la accesibilidad de la ciudadanía a los servicios sanitarios o con respecto a las listas de espera poco, pero con respecto a la sobrecarga laboral de la plantilla nada.
La impotencia de no poder atender a pacientes como quisieran las y los profesionales en aplicación de sus conocimientos, por diferentes factores como el hecho de no tener dimensionadas las plantillas a las necesidades reales para una buena atención, o una alta rotación, o incorporaciones en los puestos de trabajo sin formación específica, crea una situación de sobrecarga que, mantenida en el tiempo, está dañando a nuestros profesionales y empieza a resentir el sistema sanitario público.
Y ante esta situación qué está haciendo la Administración.
En lo que concierne a mejoras para los profesionales sanitarios Técnicos (TCAEs, T. Farmacia, TER, TEL, TEAP...) poca cosa.
La única mejora, y después de mucha lucha, ha sido la carrera profesional (niveles C y D sanitarios) y ahora en el desarrollo que se quiere negociar, al igual que en la implantación inicial es de una forma miserable y sin tener en cuenta la formación continuada que es necesario realizar, obviando que los constantes avances científicos y tecnológicos que se producen en el ámbito sanitario obliga a una actualización y formación permanente de las personas empleadas.
Desde estas líneas me gustaría instar al Gobierno de Navarra a reflexionar sobre la deriva de nuestra sanidad, a abrir los ojos, a escuchar las necesidades que las y los profesionales están manifestando como en el servicio de Oncología del HUN, o de urgencias, o de medicina interna, o UCIs…., y sin olvidarse de las necesidades reales de la ciudadanía navarra.
*Secretaria Autonómica del Sindicato de Tecnicos de Enfermería (SAE) en Navarra