Como aficionado y practicante de ciclismo, hoy he elegido un recorrido desde Estella-Lizarra hasta la cima del puerto de Lizarraga y volver. Disfrutando de una mañana fresca, con niebla, naturaleza viva, encinas y hayas, vacas, yeguas y potros, la dificultad en la subida hacia la sierra de Andía, donde se encuentra el puerto mencionado, el pedalear se me hacía fácil e ilusionante. Pero no todo iba a ser bonito, circulando como lo hago habitualmente, muy pegado a mi derecha, al lado de la cuneta, estaba viendo cantidad de basura, algo que también encuentro en otras carreteras por no decir en todas.

Me ha llevado mi curiosidad a contar la basura encontrada, ya subiendo a la sierra, que en un kilómetro exacto he podido visualizar latas de refresco en su mayor parte, botellas y vasos de plástico en número de 35 unidades. Si se tiene en cuenta que otros artículos de la misma naturaleza, o parecidos, quedaban ocultos por la hierba, o un poco más alejados que no alcanzaba mi vista, se puede calcular entre 40 y 50 objetos contaminantes por kilómetro. Me parece una auténtica barbaridad que no seamos más cuidadosos con el medio ambiente. Pediría a los conductores que utilizan la ventanilla de su vehículo para desprenderse de esos recipientes, que se los guarden, los lleven a sus casas y los tiren a la basura. La naturaleza, el paisaje y otros muchos ciudadanos se lo agradeceremos.