Cada 22 de abril celebramos el Día de la Tierra, el cual nos invita a reflexionar sobre nuestro compromiso con el planeta. Más allá de grandes discursos, son nuestras acciones cotidianas las que marcan la diferencia.
En 2024, los ciudadanos españoles reciclaron más de 1,6 millones de toneladas de envases domésticos, según datos de Ecoembes, lo que supuso un crecimiento del 3,5% respecto al año anterior. Además, se reciclaron 998.338 toneladas de envases de vidrio, alcanzando una tasa de reciclaje del 70,1%, superando los objetivos fijados por la UE para 2025.
Navarra alcanzó una recogida separada del 53% de sus residuos domésticos, liderando en España en gestión de residuos. Estos logros demuestran que la participación ciudadana es clave para avanzar hacia una economía circular. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Es fundamental fomentar la educación ambiental y facilitar el acceso a infraestructuras de reciclaje para que más personas se sumen a este esfuerzo colectivo.
Separar los residuos, reducir el plástico, reutilizar objetos o consumir de forma más consciente son gestos individuales que, si los sumamos, tienen un impacto real. La responsabilidad recae tanto en las instituciones como en la ciudadanía.
En este Día de la Tierra, reafirmemos nuestro compromiso con el medio ambiente y trabajemos juntos para garantizar un futuro sostenible.