El autor es miembro de AEMS-Ríos con Vida de Navarra:

Se cumplen ya tres años de veda del salmón en Navarra, una decisión valiente y ejemplar que merece ser defendida. Frente a quienes reclaman retomar la pesca -aunque sea simbólicamente con la venta del Lehenbiziko-, es necesario recordar que el salmón está en una situación crítica. No es momento de tradiciones, sino de responsabilidad.

Como defensor de la pesca en captura y suelta, reconozco que ni siquiera este régimen de pesca es justificable hoy. Sería tan absurdo como permitir que alguien se acercase a una avutarda para dispararle con escopeta de paintball solo “por mantener la afición”. ¿A quién se le ocurriría? Además, el salmón tiene una característica única: regresa siempre al río donde nació. Perderlo en un río como el Bidasoa no es solo perder una especie más, sino una joya biológica de valor incalculable que no se podrá recuperar jamás.

Navarra ha optado por la ciencia, no por la nostalgia. Estudia cada individuo, recoge datos valiosos y pone la conservación por delante del rédito político o económico. No echemos por tierra ese esfuerzo cediendo a presiones mal entendidas. Que el salmón no se convierta en una anécdota subastada, sino en un símbolo de recuperación y respeto a la biodiversidad.