El pasado 19 de mayo, mientras me encontraba en la calle Magdalena, a las 13.50 la villavesa número 5 al entrar en la parada golpeó mi coche que estaba aparcado en la zona azul, en la puerta del centro infanto juvenil, al que me disponía a subir. En el momento del golpe me dirigí a la parada, y en primer lugar el conductor negó el impacto, menos mal que varios pasajeros confirmaron que, efectivamente, el autobús me había dado.

Fue entonces cuando el conductor,  sin darme apenas tiempo a reaccionar, se volvió a montar asegurando que “daría parte”, marchándose rápidamente. Conseguí fotografiar la matrícula y llamé inmediatamente a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. La atención telefónica fue, en apariencia, correcta, pero lamentablemente los días pasan y nadie se ha hecho responsable del incidente. Ni la Mancomunidad ni la empresa concesionaria han cumplido su compromiso ni han dado respuesta concreta, diciéndome mi compañía que la mancomunidad no se va hacer cargo del golpe realizado.

Es vergonzoso que un servicio público de esta envergadura actúe con tan poca seriedad ante una situación en la que existe un perjuicio evidente. Agradecería que cualquier viajero que estuviera aquel día se pusiera en contacto conmigo a través del diario, ya que su testimonio podría ser crucial. No podemos permitir que los conductores sigan haciendo lo que quieran y conduzcan de manera poco prudente, ya que si no llego a estar presente ni siquiera podría demostrar que el testimonio es veraz.