Antes de nada, avisar que este escrito puede herir la sensibilidad del señor Gimeno, consejero de Educación, porque está escrita desde el enfado. Pero qué le vamos a hacer, él, como consejero, viene hiriendo mi sensibilidad y mi profesionalidad como docente del ciclo 0-3 desde hace mucho tiempo.
Cierto es que el Gobierno de Navarra, bajo presión, huelgas, protestas, concentraciones, manifestaciones... de las profesionales de esta etapa educativa, sindicatos, familias usuarias en representación suya y de sus hijos e hijas, de la implicación de la Federación de Municipios y Concejos, ha accedido a algunas mejoras, que bienvenidas sean, porque el que hambre tiene con pan sueña, pero aparte de no estar cumpliendo todos los acuerdos tomados, tampoco han atendido a otras dos de las reivindicaciones más apremiantes y necesarias que son por un lado empezar el camino hacia la equiparación de las ratios navarras a las recomendaciones europeas que son la mitad y por el otro la erradicación de la la masificación en las aulas.
La medida de aumentar horas de apoyo es un parche, que aunque nos deja respirar a todas y todos un poco mejor, gracias por el detalle, está lejos de lo que necesita la Educación del 0-3. Porque aumentar los apoyos no ha ayudado a poner fin a la masificación en las aulas, sí señor, masificación. Pase usted por las escuelas a comprobarlo cuando quiera.
Hasta ahora el convenio de colaboración entre el Departamento de Educación y las entidades locales para la financiación de la gestión de los centros de primer ciclo de Educación Infantil de titularidad municipal dejaba la puerta abierta para que las administraciones locales con posibles económicos y un criterio de atención de calidad a la ciudadanía, pudieran asumir una ratio menor. Pero he aquí que el Gobierno de Navarra, con vistas al curso que viene, dicta a través de su consejero de Educación una orden foral que, bajo retirada de financiación, impide que las administraciones locales rebajen la ratio, medida que el Ayuntamiento de Pamplona por medio de su Organismo de Escuelas Infantiles de Pamplona desde hace más de 25 años. ¡Ahí es nada!
¿A qué obedece esta orden foral restrictiva? No me cabe duda de que nos hablarán de la universalización de la oferta del 0-3, del necesario aumento de plazas, de que todas, niños, niñas, familias, trabajadoras tengamos las mismas condiciones en cuanto a ratio. De lo que no nos hablarán es de la universalización de la masificación, de la equiparación a las peores condiciones.
La ciudadanía navarra necesita equipararse a Europa, no solo con medidas para mejorar la economía, la industria, el transporte, la tecnología, la eficiencia energética… La educación 0-3, niñas, niños y profesionales necesitamos una normativa que no abuse ni de los derechos de la infancia ni de las profesionales del ciclo. ¡Ya vale hombre! Trabajen para que podamos mejorar la calidad educativa, no para empeorarla. Nosotras nos dejamos la piel para cumplir nuestra parte.
*Firman esta carta: Lourdes Garmendia Lacunza, Marta Oroz Miranda, Marisol Hoyuelos Planillo, Patricia Del Campo Pellicer, Garikoitz Torregrosa Armendáriz, Carmen López López, Ana Tirapu Zoko, Ana Mariñelarena Urdániz, Karmele Uribarri Orueta, Aitziber Irazábal Iraizoz, Lourdes Ruiz Sestorain, Saioa Tapiz, Elisa Baquero Alzórriz, Maite Huerto Calero y Eunate Arzallus Arana, educadoras y director de la Escuela Infantil Municipal Izartegi.