Síguenos en redes sociales:

Nacer para agonizar

Nacer para agonizarPEXELS

Nunca imaginé ser capaz de encabezar un artículo con semejante título.

La desnaturalización sistémica-democrática que padecemos tiene su origen en políticas corruptas con raíz en la progresiva decadencia moral de Occidente. En particular en España, devienen de un exceso de impunidad por aforamientos y complicidad judicial, falta de transparencia, de educación en valores humanos y de conciencia del bien común y justicia igual. Decadencia política causante de un vacío existencial, que lo tratan de rellenar por el culto al consumo de lo banal. Cultura de la evasión y entretenimiento hasta en una televisión pública infantilizadora de adultos, adulterando a menores con pornopublicidad y demás audiovisuales erosivos para su inocencia. Cincuenta años de una Transición que, al fecundarse in vitro, dio a luz a una democracia huérfana de moral, hoy en agonía política y sin otro recambio útil mas que… el cambio total del sistema.

Sin un golpe de impacto positivo hasta hoy desconocido, nada cambiará para mejor. Gobiernos fallidos una y otra vez, solo útiles para sus apesebrados cargos escalonados y agentes sociales y sindicales bien subvencionados. 

Pervertida sintonía política que ha derivado en una agonía social, en razón a que, niños nacidos felices y criados alegres por sus padres, crecieran sumisos y adoctrinados merced a un sistema educativo alienante por homogeneizador. 

“No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres” (Isabel Celaá). Siendo así, hoy ese estado consigue disponer de ellos como arma productiva hasta el límite de utilizarlos en servicios militares para servir a un estado (que no a una comunidad) que retiene su patria potestad.