Por suerte
El pasado 12 de agosto, a última hora de la tarde, un rayo impactó en un pino del monte de Garde durante el paso de una tormenta. Por suerte, un vecino vio salir el humo. Por suerte, en aquella tormenta llegaron a caer 30 litros de agua. Por suerte, el rayo alcanzó una zona de acceso relativamente bueno y cercano. Por suerte, el fuego no prendió y, al día siguiente, a primera hora, con el pino aún humeando, las brasas candentes pudieron ser sofocadas. Pero llegará el día en que toda esa suerte no esté de nuestra parte.
La realidad es que vivimos en una zona donde cada vez hay menos ganado y menos ganaderos. El empeño en la reintroducción del oso provoca que los pocos que quedan se planteen jubilarse antes de lo que les gustaría. Esto significa que cada vez hay menos ganado, y, por tanto, más hierba, más maleza… y, en consecuencia, más combustible.
Hablamos de un territorio con escasos accesos a muchos puntos del monte, donde, en caso de incendio, según en qué zona, desde donde se podria dejar el camión hasta la zona donde estén las llamas, probablemente no se llegaría ni con todas las mangueras que lleva uno de estos. Una zona en la que apenas existen puntos de agua accesibles para que los helicópteros puedan cargar con facilidad.
Además, vivimos en una comunidad donde en verano se refuerza la campaña de incendios forestales con 159 efectivos, pero que en invierno apenas lo hace con 42, destinados a la prevención (quemas controladas, desbroces…), una labor muy importante por lo que se está viendo.
¿Qué quiero decir con todo esto? Que el monte está cada vez más abandonado y menos gestionado: ni lo hace ya el ganado, ni lo hacemos nosotros. Que las temperaturas extremas y los periodos de sequía son cada vez más intensos. Y que, como hemos visto en distintos puntos de la península estos días, los incendios son cada vez mayores.
Llegará el momento en que ese por suerte no aparezca, y entonces sabremos dónde y cuándo comenzaron las llamas, pero no cuándo ni dónde terminarán.
¡Por unos pueblos vivos!
Pirinioa bizirik! Herriak bizirik!