La vida no vale nada es una canción que cantaba Pablo Milanés, y viene bien en este caso para el pueblo palestino, que el primer ministro Netanyahu ha decidido con su gobierno y ejército eliminarlos. Un genocidio que vemos televisado y nos sentimos impotentes, ver todos los días el horror que diariamente sufre la población, más de 64.000 muertos, cientos de niños que mueren por los bombardeos, incluso cuando van a por alimentos, cientos de niñ@s amputados sus miembros, hospitales bombardeados, los pocos que quedan en pie, no tienen medios para atender a los heridos que llegan diariamente, ni personal, ya que Israel ha matado a médicos y personal sanitario, más de 300 periodistas muertos porque no quieren que se sepa el horror que el ejército israelí está causando en Palestina.

El objetivo de Netanyahu es desplazar, o más bien eliminar a los palestinos para apropiarse de los terrenos y levantar una zona turística.

Ya que las autoridades internacional permanecen impasibles ante tanto horror, la ciudadanía ha empezado a movilizarse y así, en un acontecimiento deportivo como la Vuelta a España, que traspasa fronteras, exhibe banderas palestinas y protesta por la inclusión del equipo de Israel en la carrera.

A Rusia se le prohibió competir cuando invadió Ucrania, por qué no a Israel con esta masacre que está cometiendo contra un pueblo indefenso. Pues eso, que la vida no vale nada.