La temperatura en el Mediterráneo se encuentra ya a 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales, una cifra que sitúa la región un 20% por encima del resto del planeta.

El cambio climático es la causa de los desastres que están ocurriendo en la zona de Levante, Baleares... En la zona del Mediterráneo del Estado español hace pocos días, a poco menos de un año de la Dana que asoló Valencia, ha habido una borrasca o vaguada y el día de la Comunidad Valenciana no lo pudieron celebrar porque la Dana Alice volvió  a inundar la comunidad. La gente vive angustiada en esas zonas  cada vez que se anuncia una tormenta.

A poco más de un año de la Dana que costó la vida de más de 200 personas, la tan cacareada reconstrucción anunciada por el señor Mazón no avanza mucho. Todavía había coches sin sacar de los garajes, sumideros cegados, ascensores sin reparar, y están volviendo a construir edificios en zonas inundables. Visto lo visto el futuro de esa zona es bastante negro y la gallina de los huevos de oro, el turismo, está peligrando. Si los autóctonos viven angustiados, cómo vamos a ir de turismo. 

Hace más de 40 años estuve unos pocos días en Gandía en el mes de agosto. Teníamos reservado para 15 días pero nos fuimos a los cinco. Aquello no se podía soportar, estaba acostumbrada a ir con veintitantos grados a la playa en mi Donosti natal y sumergirme en las frías aguas del Cantábrico, ahora también se han calentado, pero menos, aquellas aguas del Mediterráneo me parecía que me metía en una piscina de pis, o sea que cuarenta años después  aquello tiene que ser insoportable. 

Allí, por esas zonas, se han hecho demasiadas salvajadas, edificios sin control, falta de planificación urbanística, edificar en zonas inundables, deficiencias en el alcantarillado, vamos, una serie de despropósitos que al final, como se suele decir, las aguas vuelven a su cauce.

No sé qué pasará, pero los desastres cada vez van a ser mayores debido a las nuevas construcciones y el desaforado consumismo en que estamos inmersos. El excesivo turismo y la imparable especulación va a impedir a los autóctonos vivir en sus lugares de origen o residencia habitual.