Síguenos en redes sociales:

Todos los Santos es todos los días

Todos los Santos es todos los díasPatxi Cascante

Como cada año, celebramos el Día de Todos los Santos, una fecha para rendir homenaje -de manera oficial- a quienes ya no están.

Pero hoy quiero compartir una idea con la que no sé si estaréis de acuerdo: Todos los Santos debería ser todos los días.

La muerte forma parte de la vida. Lo único seguro cuando nacemos es que algún día moriremos. No sabemos cuándo ni cómo, pero ocurrirá. Recordar esto puede resultar duro, incluso incómodo, porque nos obliga a mirar hacia dentro. Sin embargo, quizá si lo tuviéramos más presente, viviríamos con mayor conciencia de lo verdaderamente importante: el valor de cada momento.

No pretendo ser pesimista. Al contrario.

En una de mis primeras charlas sobre el duelo, alguien dijo una frase que me marcó profundamente:

El duelo no se pasa; se aprende a vivir con él.

Y cuánta razón tenía.

Cuando perdemos a alguien, su ausencia nunca desaparece. Con el tiempo, y compartiéndolo, el dolor se suaviza; aprendemos a convivir con él. Pero el recuerdo de esa persona siempre nos acompaña, porque el amor no desaparece con la muerte.

Por eso, hoy quiero reivindicar que no hace falta esperar al 1 de noviembre para recordar.

Durante los otros 364 días del año también podemos -y debemos- hablar de quienes no están, compartir cómo nos sentimos o sonreír recordando una anécdota. Hacerlo nos ayuda a sanar y nos permite mantener vivo el recuerdo de quienes se fueron.

Os propongo un pequeño reto:

Hagamos que Todos los Santos sea todos los días.

Naturalicemos hablar de la muerte y de las personas que ya no están con la misma naturalidad con la que lo hacemos estos días.

Preguntemos sin miedo: “¿Cómo estás?”, “¿Lo echas de menos?”.

Compartamos un recuerdo, una carcajada o un silencio.

Y sigamos con nuestras vidas, integrando la ausencia como parte de nuestra historia.

Al principio puede resultar extraño. Pero, poco a poco, descubriremos que hablar de lo que duele nos hace bien, que recordar también es vivir, y que solo aceptando la muerte aprendemos, de verdad, a valorar la vida.

*Gerente Tanatorios Izarra