Busque con lupa al autónomo contento: no lo encontrará. Y eso es obra de nuestros gobiernos, que añoran ser ricos y nos crujen a impuestos. A todos, pero a los autónomos más. Como si el asunto de cobrar cesantías estuviera en sus manos. Y no.

Pero claro, mejor que paguen estos -que son menos- que todos los demás, que son más y se nos echarían encima. Pensarán -si es que piensan, que lo dudo- que el pueblo llano, o sea, nosotros, soberanos que somos, está bajo su control. Con la vieja receta de “pan y circo”. Aunque el pan y los espectáculos hayan subido una barbaridad.

Y aquí, dignos hijos de nuestro tiempo, no nos movemos por nada: somos peatones y estamos casi en busca y captura. Pues que vengan balas… y no drones, que todos estaremos encantados viéndolo en el móvil. Y así os lo digo, rezando una oración por los autónomos.