Hace un tiempo que veo el Telediario cuando estoy en casa, y me doy cuenta de que el mundo está fatal y que las noticias son cada vez más terribles. Pero lo que más me sorprende son las noticias deportivas, donde las deportistas tienen que alcanzar la excelencia para conseguir una pequeña fracción de la visibilidad que reciben sus compañeros hombres. Revisando titulares, observo cómo se multiplican para ellos, mientras los triunfos de muchas deportistas pasan desapercibidos.

Reflexionando sobre esto, me doy cuenta de que no es porque no tengan talento -porque sí lo tienen- ni por falta de interés de quien quiere informarse, sino por falta de espacios y de una mirada equitativa.

Veo que el periodismo sigue teniendo una visión muy masculina y muy poco equitativa, cuando debería ser 100% igualitaria. Se trata de deportistas iguales; lo único que cambia es el sexo, y parece que solo se hagan noticias ocasionales al respecto.

Romper este sesgo no es solo una cuestión de igualdad, sino también de rigor informativo y, sobre todo, de respeto hacia las deportistas que cada día trabajan igual de duro -o incluso más- para conseguir espacios en los medios. Y ya ni hablar de inversión y patrocinios. Si queremos un mundo real en los medios, empecemos por igualar espacios y dar protagonismo a las deportistas de tanto nivel que tenemos en casa.