Verbo deflactar: Yo deflacto, tú pagas, él se escaquea
Los temas relativos a la economía suelen resultar complicados de entender, y más aún las valoraciones que hacen los políticos sobre ellos.
Así, por el ejemplo, el martes, el Parlamento aprobó a propuesta de IU una deflactación de la tarifa del impuesto de la renta para las bases imponibles inferiores a 45.840 euros. El significado práctico de esta medida es evitar que una subida salarial igual al IPC estimado le genere al contribuyente el pago de mayores impuestos por haberse pasado de un tramo a otro, sin haber aumentado su poder adquisitivo. Pues bien, UPN proponía deflactar la tarifa a todas las rentas, también a los que más cobran. Esta propuesta no salió adelante, y aun y todo Sanz, el amigo de los ricos, se mostró ayer muy satisfecho porque "se ha deflactado la tarifa para todos, también para los de las rentas más altas, lo que pasa es que la deflación a esos sólo les afecta hasta los 45.000 euros de renta". Sí, bueno visto así, es verdad: el que cobra 100.000 euros cobra 45.000 más 55.000. También mostró su satisfacción porque "no se han subido los impuestos a las rentas más altas". Bueno, aun cabe alguna posibilidad de que en el pleno del día 22 la oposición se una y consiga algo en este sentido.
Por otra parte, también ayer supimos que el IPC ha subido en Navarra nueve décimas en noviembre. Esta subida de precios, la más alta del Estado junto con la de Asturias, pone los pelos de punta a cualquiera, excepto a Sanz que, sonrisa en boca, dice que esta noticia "no es mala" sino que indica que la Comunidad Foral "está sufriendo con menor intensidad la crisis económica". Vamos, que si hay inflación, hay vida.
Tal vez tenga razón, pero, con todo, se me hace difícil comprender la alegría de Sanz. Casi tanto como llegar a fin de mes. Me resulta mucho más fácil entender la terrible reacción del pobre hombre de Olot que se ha llevado por delante a los jefes que lo iban a despedir y a los empleados de la caja de ahorros que le quitó el piso.