el próximo jueves se celebrará el último pleno del Parlamento navarro en esta legislatura. En el orden del día figura una moción presentada por Nafarroa Bai en la que pide al resto de los grupos que digan que lamentan la actitud del Gobierno de Navarra ante la situación de irregularidad involuntaria de Euskalerria Irratia. También se les propone que insten al Gobierno foral a que dé una solución posibilitando la concesión de nuevas licencias. De esta manera se podrían solventar, en cierta manera, las irregularidades cometidas en el último reparto, en el que salieron beneficiadas Radio Universidad de Navarra y Medios de Comunicación 21, y que por dos veces los jueces han echado para atrás.

No es la primera vez, ni mucho menos, que el tema llega al Parlamento, pero el Ejecutivo siempre ha hecho oídos sordos ante este tema enquistado y tabú.

Entre tanto la emisora sigue trabajando sin permiso, inmersa en su vigésima tercera temporada, bregando contra viento y marea con los problemas técnicos que le acarrea la retirada obligada y apresurada de su antena del Perdón, las estrecheces económicas incrementadas por los gastos en abogados, la multa de AENA a causa de una supuestas interferencias jamás demostradas, y por el bloqueo de todo tipo de subvenciones y de publicidad institucional. Y ahora otra nueva espada de Damocles: la Ley General de la Comunicación Audiovisual, aprobada en marzo de 2010, que pretende, entre otras cosas, "limpiar" el dial de emisoras ilegales. NaBai consiguió que el Congreso de los Diputados aprobase una resolución en la que se instaba a las comunidades autónomas a revisar aquellos casos, reconocidos por instancia judicial, de emisoras que se encuentren en situación involuntaria de irregularidad.

Ha pasado un año y el Gobierno Foral no sólo no ha movido un dedo en este sentido, sino que además en diciembre transformó en licencias digitales, con vigencia para 15 años, las concesiones de NET 21 y Radio Universidad, a pesar de que el tema está todavía en los tribunales. Está claro quiénes son aquí los piratas.