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A la jeta

EL martes le hicieron en este periódico una entrevista a Enrique Maya, candidato de UPN a la Alcaldía de Pamplona. Entre otras cosas dijo que el no sabía euskera, pero que le gustaría, y que aunque su abuelo era de Aezkoa y hablaba esta lengua, "en las generaciones posteriores ninguno había tenido esa inquietud por aprender." De lo cual deduzco que si hubiese aprendido en casa, sin esfuerzo, pues vale, pero que lo de intentar estudiarlo, eso ya no.

A continuación, y hablando sobre la demanda de plazas en euskera en las escuelas infantiles, dijo que "según los datos que me han proporcionado, la oferta de plazas en euskera es adecuada." No sé quién le habrá proporcionado los datos, pero es evidente que desconoce, o desoye, las peticiones de una buena parte de la ciudadanía preocupada porque de las 802 plazas vacantes para nuevo alumnado que se ofrecen en las escuelas públicas de la ciudad para el curso que viene, sólo 89 son en euskera, y todas ellas concentradas en las escuelas Egunsenti e Izartegi, ambas situadas en el barrio de la Txantrea. Sus informantes parece que tampoco han oído que solo en el Casco Viejo de Pamplona hay más de 60 niños y niñas, con nombres, apellidos, pañales y todo, para quienes sus padres y madres solicitan una plaza escolar en esta lengua para el nuevo curso.

De todas formas, a mí lo que más preocupa de esta respuesta es lo que da a entender en la siguiente frase cuando dice "pero seamos realistas, si haces una encuesta y preguntas a un padre de familia normal, apostará mucho más por el inglés que por el euskera, eso es lo que yo creo". ¿Debo entender que los que no estamos de acuerdo con UPN en lo concerniente al tratamiento de las lenguas no somos normales? No sé, pero no me parece que la campaña electoral sea el momento más adecuado para ir diciéndole a una parte importante de la ciudadanía que son anormales. Ya me imagino que seguramente eso es lo que piensan en su partido, pero de ahí a decírselo a la gente a la jeta?