Pesadilla
He tenido una pesadilla terrible: subía yo a la villavesa y decidía probar si la maquineja de cobrar funcionaba sin necesidad de sacar la tarjeta de la cartera. Entonces ocurría algo extraño, después del piiii de cobro del trayecto se oía algo parecido a una absorción, y notaba que la cartera me vibraba en la mano. De pronto vi claro lo que estaba ocurriendo: la máquina me había chupado todo el dinero de la tarjeta del autobús, pero también me estaba limpiando las tarjetas de crédito y hasta estaba fagocitando la calderilla del monedero. Enseguida me di cuenta de que me había cogido el calendario y se estaba quedando con todos mis días de vacaciones, mis puentes, mis fines de semana? No contento con eso, el aparato infernal se estaba apoderando de las fotos de mi familia y de mis amigos, y cuando llegó a la tarjeta sanitaria empecé a notar malestar y dolores por todo el cuerpo? En ese momento oí una carcajada que parecía que venía de las entrañas de la Tierra. Era el chófer. En ese momento se giró hacia mí con los ojos inyectados en sangre y ¡horror! tenía la cara de Álvaro Miranda. Entre risotadas sobrecogedoras empezó a repetir una y otra vez: "Todo. Nos lo vamos a quedar todo". Y luego aparecía Caravinagre señalándome y diciéndome: "I want your money for me", y Yolanda Barcina repitiendo a voz en grito: "¡Quiero 54 millones más y los quiero ya!".
Esto me pasa por coger los periódicos antes de acostarme. Lo último que leí, a pesar de que no se está hablando mucho de ello en los medios, fue lo del oscuro asunto del IVA de Volkswagen que cobraba Navarra y devolvía el Estado. Psicodélico. Hay que tener mucha sangre fría para haber mantenido este apaño durante años y más increíble es la reacción de Gobierno central de acceder a que a partir de ahora Navarra tenga que pagar sólo 25 millones al año en concepto de ajustes de IVA de la empresa alemana. Y el resto, unos 200 millones anuales, ¿nos lo seguiremos quedando? ¿A cambio de qué?