Creo que fue el jueves cuando se estudió y votó en el ayuntamiento de Burlada una moción en la que el tema era Venezuela. Ni siquiera me voy a preocupar de poner qué es lo que se estudió y votó, pero era sobre Venezuela. En Burlada. Bien, creo que estas cosas deberían estar prohibidas por las legislaciones de los ayuntamientos y por supuesto del Parlamento, porque se alcanzan niveles de pérdida de tiempo asombrosos, que a los ciudadanos normales y corrientes nos molestan. O al menos a mí me molesta, aunque ya estemos tan acostumbrados que ni siquiera hagamos caso. Pero en cuanto haces caso medio minuto te enciendes, la verdad. Me parece muy bien que quien propuso la moción esté a favor o en contra o de medio lado sobre el tema que sea, pero es que el tema que sea es irrelevante para la vida diaria práctica de los habitantes de léase Burlada, Pamplona, Garralda o Navarra entera y por tanto no tendría que ser tratado en las instituciones locales respectivas. ¿Qué coño pintan estos asuntos en los órdenes del día, por qué no se establecen ya de una vez límites a esta clase de cuestiones que en la inmensa mayoría de los casos solo sirven para que los partidos políticos den su visión sobre una circunstancia completamente ajena a su campo de acción y al interés de la inmensa mayoría de la población? Imagino que Burlada, como todos los ayuntamientos, bastantes problemas tiene como para que sus representantes anden con gaitas de estas, que ya digo que son generalizadas, sea en Pamplona, en el Parlamento o en montones de localidades -cito lo de Burlada porque esto de Venezuela es de hace nada, sin más-. Anda y que no tendrán que darle al coco tanto unos como otros como para andar perdiendo aunque solo sea medio minuto con filias y fobias personales. Sería un paso, en serio, que se acotaran de una vez estas historias en lugares sufragados al 100% por impuestos públicos.