Navarra vota distinto según sean generales o forales, especialmente fuera del campo de la derecha, más regular en todas las citas. El PSN siempre saca bastante más en las generales, los partidos abertzales mejoran en las forales notablemente su rendimiento -Geroa Bai sacó casi un 16% en las forales de mayo de 2015 y apenas 7 meses después un 8% en las generales, que ha sido un 6% en estas últimas. Bildu fue un 14% y un 10%- y se supone que la suma de Podemos más IE en las próximas forales no llegará al 18,66% que lograron este domingo, aunque en las forales del 2015 esa suma fue del 17,3%. Por cierto, pese a los análisis interesados, que Unidas Podemos haya sacado casi un 19% en Navarra, cuando es un partido que en 2015 y 2016 estaba casi virgen y no había cometido los errores ya conocidos y llegó a un estratosférico 28%, es por supuesto un descenso, pero ni mucho menos una cifra a desdeñar, todo lo contrario, más bien a valorar. Es el mejor resultado de la coalición en cualquier comunidad española y ambos partidos destinos de voto básicos para que el cambio en Navarra se mantenga sin depender del PSN, lo que no será fácil. Básicos son todos, claro, pero ese espacio de izquierda no abertzale y que resta directamente al PSN es clave, como por supuesto lo son los de Geroa Bai o Bildu, Pero no hay que olvidar que el cambio en 2015 fue gracias a esa aparición y a ese 17% de voto recibido por la suma Podemos+I-E, algo inaudito en Navarra en democracia. El domingo, mientras, los partidos que forman Navarra Suma lograron un 29,3%, por un 38% en 2016. Con Vox llegan al 34,1%. Un descenso de 4 puntos para el bloque de derecha y extrema derecha, que es un 10% menos de apoyo, bajada apreciable. ¿Qué de todo esto se clonará o aproximará el 26? A saber. Lo obvio es que todos tienen muchas incógnitas por desvelar y que quedarse en casa sí que será dar carpetazo al cambio.