El Consejo de Navarra, el órgano consultivo superior de la Comunidad Foral de Navarra, ha dictaminado que la anulación por parte del Ayuntamiento de Pamplona de la actuación prevista por los payasos Pirritx, Porrotx y Marimotots “es improcedente” y que el contrato firmado en su día por Maider Beloki, concejal de Cultura, para que el trío actuara mañana viernes en el Baluarte es legal, hecho que negaban Navarra Suma y Enrique Maya para justificar jurídicamente la cancelación de la actuación. Por tanto, no ya solo es el informe del Defensor del Pueblo el que tumba las tesis de Maya sino el de cinco juristas independientes. El Consejo de Navarra fue creado en 1999 con UPN en el poder, así que queda bastante lejos de ser una trama de la izquierda abertzale, que es a lo que últimamente se aferran en Navarra Suma para vetar todo lo que no sean ellos. Maya, en su momento, comentó que el veto era ideológico, porque a él no le gusta la adscripción ideológica de las personas que están detrás de los personajes, lo que en castellano antiguo tiene una única palabra: censura. Maya manifestó también la semana pasada que según “qué dice el Consejo de Navarra y qué argumentos exponen, decidiremos”. Lo que han dicho es muy obvio: “no procede la revisión de oficio del contrato”, así que su decisión solo responderá a argumentos ideológicos, lo que convierte la cuestión en un asunto que escapa por completo a qué opinión o no opinión podamos tener todos acerca de cualquier ideología que profesen las personas a las que se contrata por parte de una institución pública: artistas, abogados, economistas, fontaneros, médicas, albañiles, periodistas, camareros, todas las profesiones que en el mundo son. Esto es lo que hay detrás y ante lo que hay que plantarse. Ayer a última hora Navarra Suma anunció que no iba a rectificar. La democracia les viene muy grande.