algunos periodistas estupendos con el culo puesto en Madrid hacían bromitas y chanzas ayer tras conocerse que el Ayuntamiento de León había aprobado una moción para que León deje de formar parte de Castilla y León y forme una autonomía con Zamora y Salamanca. Vamos, lo que hubo desde 1833 hasta que en 1983 se decidieron las actuales autonomías: León, Zamora y Salamanca formaban una región, mientras que Castilla La Vieja era otra. Las reivindicaciones leonesas en esta línea siempre han existido, argumentando conceptos históricos obvios, culturales, geográficos y económicos, acusando a la Junta de Castilla y León de abandonar León en detrimento de otras provincias y ciudades. Pues esto en los círculos periodísticos y pagados de sí mismos de Madrid -también hay periodistas normales, no crean, solo que meten menos ruido- es objeto de bromitas. Hace poco, el ínclito Pedro J. se quejaba de que a ver si ahora como había un diputado de la plataforma Teruel Existe iban a tener que pagar todos los españoles las inversiones si el PSOE necesitaba su voto, como si no se hubiesen pagado votos en democracia anteriormente? El caso es que parte del problema del territorio español estriba precisamente en el dominio casi soviético de los medios de comunicación centrales por parte de las elites del poder mediático, político y económico y en la pleitesía o cuando menos pasotismo de las regiones cercanas, dominadas por PSOE o PP desde 1982, que se van desangrado a nivel poblacional y de PIB mientras el centro y Madrid succionan todo como un agujero negro. Madrid, la comunidad, era en 1940 la 5ª comunidad por PIB de España. Ya es la 1ª, gestionando riqueza, impuestos, centros oficiales, etc, etc, de una manera escandalosamente desigual con relación al resto del país. Son los verdaderos independentistas que existen y por eso hacen bromitas cuando algún pequeño pisoteado se queja.