Resulta que la presidenta de la Comunidad de Madrid es una especie de intelectual orgánica de altísimo vuelo y para ella, para Isabel Díaz Ayuso, que en otras comunidades se tenga una identidad, ya sea leonesa o navarra o catalana, pues hasta donde le gusta a ella tiene un pase pero si es más ya es "hacer el paleto". Vamos, que en general estas cosas de la identidad son paletadas. Sería lo sencillo decir sin más que la tal sujeta es la clásica lerda por antonomasia o la clásica cosmopaleta que vive en ciudad grande y que cree que ya solo por ese motivo milita en alguna categoría superior, no sabemos superior en qué. Pero sería quedarse muy cortos, aunque, tras esta gilipollez, en Navarra Suma -UPN y el PP de Díaz Ayuso son socios, no olvidar- lo más que han llegado es a recordarle que ellos son leales a España, como si nadie lo dudase, pues ya se vio con el convenio económico, con las ridículas inversiones recibidas en los últimos 30 años y con la transferencia de tráfico: leales no, de rodillas y aplaudiendo. Pero, insisto, es quedarse cortos, porque este estado mental bobo de la señora no es exclusivo suyo, solo posee esa clase de ignorancia crecida que da el poder y las palmadas en la espalda. Lo que dijo es el pensamiento de millones de personas y lo que dijo es el funcionamiento de muchas instituciones centrales, de la práctica totalidad de los medios de comunicación radicados en Madrid y del sistema económico imperante, donde Madrid secuestra para sí todo lo público, toda la inversión que puede y así recauda la que más de España sin tener apenas industria. Gracias a ese dumping financiero y a esa capitalidad abusona, aporta la que más al fondo de solidaridad territorial y tiene a todas las comunidades deficitarias -todas menos Cataluña, País Vasco y Navarra y Baleares- comiendo de la mano año tras año. No dijo nada que no se venga plasmando día a día hace décadas.